viernes, octubre 12, 2007

Arte Callejero - Parte I

Primero nos sorprendimos con el arte callejero y anamorfismos de Julian Beever y entonces...mmm, bueno en realidad la historia no parte exactamente así y se proyecta un poco mas atrás con Shepard Fairey y su campaña OBEY publicada a mediados de los 90's como parte de un fenómeno llamado "Street Art" que ha comenzado a ponerse de moda en ciertos puntos de nuestra urbe.

En Santiago hoy es posible ver algunos sitios y en especial aquellos frecuentados por diseñadores gráficos y jovenes colegiales, tapizados con figurillas adhesivas tan graciosas como curiosas que no tienen mas propósito que ser un autógrafo artístico mas bien relacionado con las generaciones de blogueros y fotologueros imperantes en nuestro país.

Pegatinas 2.0?




Conversando esta tarde con nuestro director de diseño, (que también puso su pegatina callejera como pueden ver si se fijan en el corcho de nuestra oficina y observando algunas fotos que tomamos al paso) descubrimos que hay ciertos patrones que han evolucionado desde aquellos días del gafitti mas duro y destructivo que hizo pedazos tantas veces la casa de mi tía, que ahora debe estar comprando su enésimo galón de pintura para borrar el "escándalo" que le hicieron anoche en su pobre puerta.



Basta mirar un momento los espacios donde se manifiesta este arte para darse cuenta de un hecho MUY relevante y es que a diferencia del "antiguo" Street Art de los grafiertos aquí se genera un espacio colectivo similar a los blogs de la red, donde estos nuevos artistas "postean" sus craciones de manera no invasiva, sin superponer sus diseños a los del resto...todo a la manera de la calle, limpia y democráticamente hasta donde el criterio lo permita.

En lo personal siento una gran satisfacción de ver como hemos llegado, o mas bien hemos recorrido un camino que no puedo mas que calificar (sin ser peyorativo) de monos a seres humanos pensantes sin dejar de expresar creatividad de una manera "sana" desde la perspectiva vial, ahora mucho mas socializada y que resulta un placer de observar.